El volumen es la intensidad de la voz. Se mide en decibeles. Y cada lugar, motivo o circunstancia tiene su volumen. Depende si tenemos micrófono o no, si estamos en una conversación personal, si estamos en un restaurante o si nos estamos dirigiendo a mucha o poca gente. Cuando uno se conoce la voz es más fácil decidir el volumen y una vez que ya se sabe, éste no debe variar ostensiblemente. A veces varia algo porque hay palabras en las que se bota más aire y por eso suenan un poco más fuerte pero no porque uno lo haga a propósito. Hay...