Hay silencios que matan sobre todo cuando esperamos que
nos digan algo que en ese momento nos resulta casi de vida o muerte
O cuando esperamos una llamada importante y el teléfono
no suena.
O aquellos silencios acompañados de miradas acusadoras.
Pero hoy quiero hablar de los silencios positivos de los
que deberíamos aprender a hacer o crear en la comunicación oral. En locución se
llaman pausas.
Pausa de
expectativa.-
es el silencio que se hace antes de destacar una idea, justamente para crear
expectativa
Pausa de énfasis.- Como su nombre lo indica se
hace para enfatizar lo que se ha destacado, por lo tanto se produce
inmediatamente después de haber destacado una idea.
Pausa de cambio.- Es el silencio que se hace
para cambiar de idea, párrafo, noticia etc.
Pero si no sabemos hacer esos silencios, sí deberíamos
por lo menos hacer los de los signos de puntuación. Los signos no solo sirven
para darle sentido a lo que decimos sino para tomar aire y para justamente hacer
pequeños silencios y no agobiar al oyente.
Bien dice Ricardo Blume en “Amor a las palabras”
Las palabras tienen color, sabor, temperatura y
temperamento. Las hay cálidas y frías, ásperas y suaves, secas, húmedas,
sinuosas y cortantes. Toda una gama interminable.
Como base fundamental de nuestro oficio, las armamos y
desarmamos, las volteamos del revés, las destapamos como un reloj antiguo y
hasta las despanzurramos como un muñeco de peluche. Y como el autor que las
creó, las recreamos juntas y en concierto, en breves frases o en largas
tiradas, que tienen ritmos, tiempos y cadencias como una música oral que sólo
el hombre es capaz de producir. Con ellas, acomodándolas intuitiva o
técnicamente, mezclamos pausas, transiciones y silencios elocuentes. Las
soltamos de un tirón en un crescendo como una catarata o las entrecortamos como
un pulso o una respiración que la emoción altera.
Y Leticia Reboullo –Couto de la Universidad Federal de
Rio de Janeiro:.
Las pausas y los silencios son elementos constitutivos
del ritmo en el lenguaje oral. En los discursos políticos, en el discurso
didáctico o en los informes del telediario por ejemplo, la distribución de las
pausas y la gestión de los silencios desempeña un rol fundamental en la
creación de efectos retóricos diversos.
Y María Inés Cuello de la Facultad de Ciencias Humanas de
la Universidad Nacional de San Luis:
Es común que se considere al silencio como la antítesis
de la palabra pero, palabra y silencio no son conceptos opuestos, sino
necesarios recíprocamente. Ambos se afirman tienen sentido en su mutua
existencia. En contadas ocasiones se advierte la importancia
del silencio y se pasa por alto que atender a su
presencia es escuchar lo que usualmente se escapa, lo que pasa desapercibido,
hay silencios que dicen más que las palabras, y cobran más sentido que ellas.
Para referirse al silencio hay que
hablar de la palabra porque lingüísticamente la palabra no tendría significado si
no pudiera ser expresada en secuencias de unidades.
Y continua:
Las pausas y los silencios son fenómenos normales dentro
de la comunicación oral y
constituyen recursos importantes que usa el hablante para
precisar el significado de una
expresión, para multiplicar la emotividad de un
enunciado, para generar espacios de
participación con el interlocutor, para elaborar una
duda, o simplemente para respirar
aunque algunas veces su uso excesivo por parte del
hablante termina generando ruidos o
interfiere, y hasta puede interrumpir una comunicación.
Esto debe ser practicado por todos, no solo por los
locutores. Todos los que tenemos voz y el don de la palabra tendríamos que
comprender que es muy agradable escuchar hablar con ritmo, cadencia y voz
modulada.
ES MI PARECER.
interesante tu punto de vista.
ResponderEliminarinteresante tu punto de vista.
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